Las siguientes fotografías nos llevan a reflexionar sobre la cultura del desechable, la del plástico que el consumismo nos lo vende como algo imprescindible y necesario. Las compañías invirtiendo millonadas en respaldo publicitario, sin propuestas de reutilización. Allá abajo encontramos al hombre desgarrado, hundido en su basura, ocasionándose el mismo su destrucción. Allá abajo los hombres como moscas televidentes, alejadas del néctar de las flores y el aroma del bosque. Acostumbrados al olor del estiércol que les consume su olfato. Hoy los niños se envejecen sin sentir la vida. Resueltos a batir el record de la eficiencia programados por las computadoras.
(fotos).
2-EL ECOLOGISTA.
Pidiendo una mano de ayuda a los insensatos, a los sordos, que no quieren escuchar el grito de la tierra en agonía.
3- FECUNDACIÓN.
Espermatozoides sintetizados, contaminados, raquíticos y plastificados. Acelerados hacia los óvulos cuadriculados y limitados de las mujeres afectadas por la contaminación, los fungicidas, insecticidas, herbicidas, que digieren a diario.
4- CONSUMISMO.
Y la publicidad encarnada en mujer con su boca sensual y como atracción su cola, para la venta de las colas. Segundo a segundo creándole, como imprescindibles miles de cosas no necesarias y susurrándole al oído permanentemente, que hilado al estomago y la vanidad como un disco rayado el de: “CONSUMID MALDITOS CONSUMID”.
5- REUNIONES SOCIALES.
Fabricantes de basura al por mayor, montones de la misma rodeando la miserablesa de una miga de ponqué y una copa de vino redulce y como rey no el que cumple años, sino nuevamente el plástico.
6- EL HOMBRE DECARNADO.
Desgarra su piel a causa de tantas enfermedades, ocasionadas por la pérdida de la capa de ozono, e aire contaminado, sus aguas convertidas en alcantarillas patógenas, y rodeado de todos los desechos, cuyas marcas sobresalen y él como un escombro entre vasos desechables, bolsas y miles de empaques, objetos mostrados como necesarios y que únicamente pasan ante nosotros en forma pasajera, pero que permanecerán años para integrarse a nuestra tierra.
7- SOBREVIVIENTES.
Y del barro salimos, más hoy al barro casi es imposible integrarnos y como lagartijas buscando los últimos rincones para sobrevivir, sin que a nadie le importe la salvación de la tierra.
8- LA TIERRA EL
Desde pequeños vemos a la tierra como un blanco y a través de la cultura de la violencia, promovida por todos los medios televisivos, convertimos la tierra en un punto de mira lanzándole diariamente, los dardos de la violencia, el odio, la envidia y el egoísmo sin importarnos la supervivencia de los que vendrán, que son la mayoría.
